Descripción
Abres el libro y te encuentras corriendo, sí, junto a Elías, huyendo sin saber por qué ni de quién. Sin embargo, sigues atravesando esa selva espesa; empiezas a sentir el calor, el lodo, el sudor, los gritos y recuerdas… ¿Cómo? No lo sé, pero Juan Manuel Parada logra, desde su primer relato, mantenerte en movimiento y vivir una experiencia sensorial única.
Y es que La invasión y otros breves movimientos tiene vida propia; cada mundo es un mundo diferente, narrado por un mismo autor que logra, conscientemente, ser un ventrílocuo. El primer movimiento es, sin dudas, maravilloso; un hallazgo, una recuperación del cuento venezolano del siglo XX, con un fresco aire de siglo XXI que logra una exquisita narración, casi perfecta, entendiendo que la perfección es un camino que nunca se concluye, pero del cual, estoy seguro, Juan Manuel Parada está muy cerca. Logra revivir los mejores momentos de Antonio Márquez Salas en Solo, en campo descubierto; la habilidad metafórica y técnica de Guillermo Meneses; un poco de José Napoleón Oropeza, con esas imágenes tan poéticas sobre la muerte; la tensión de Arco secreto de Díaz Solís; el tono lúdico y callejero de Salvador Garmendia y mucho, muchísimo, de País portátil de Adriano González León. Por eso no tengo dudas de que este primer movimiento, titulado La invasión, es una vitrina de nuestra mejor literatura. Una literatura que se había dejado de escribir, tan necesaria hoy en día, y que Parada recupera como todo un maestro.
Salvador Matheus. Barquisimeto, Venezuela.
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