LOS DIEZ LIBROS CON DISEÑOS PARTICULARES, RECONOCIDOS Y PREMIADOS EN VENEZUELA

El diseño editorial se concentra en la composición visual de los elementos que integran una publicación, estos elementos pasan por cuidar aquellos principios referidos al color, imagen y tipografías. En muchos casos nos iniciamos en la lectura gracias a una portada que nos invita a descubrir una gran historia, en otros casos, recordamos un buen momento (próximo a la felicidad) gracias a una edición en particular. Estos dos casos nos permiten descubrir que palabra e imagen son indisolubles y que la creatividad del diseñador garantizará que la experiencia de la lectura se convierta en una huella indeleble. Hemos seleccionados 10 ejemplos sobre el diseño de libros de editoriales reconocidas en el sector del libro venezolano, en otros casos de diseños premiados internacionalmente y en un último caso, diseños emblemáticos de determinados editores venezolanos.

1. El editor José Agustín Catalá ya era ampliamente conocido antes de la edición del libro Se llamaba SN de José Vicente Abreu (1964). Antecedente directo (antes que Cuba) del género testimonial en Latinoamérica. Con un diseño minimalista solo se destaca el color y la tipografía que anuncia el título y datos del editor. Catalá no desea que la novela oculte el testimonio así que decide complementar la narración con una serie de evidencias que pertenecían a los archivos de la Seguridad Nacional en el “Apéndice”. Allí deja constancia de los nombres de los presos políticos, fecha, hora y lugar de los barcos que los trasladaban a los campos de concentración y las pequeñas reseñas biográficas de los detenidos. El único ejemplar numerado está dedicado a Pérez Jiménez. Las reediciones posteriores en algunos casos omiten la sección del “Apéndice”.

Pérez Jiménez2. Armitano Editores, maestro impresor de origen italiano, radicado en Venezuela desde 1953 y fallecido en el año 2009. Sus ediciones representaron al libro venezolano y la historia de nuestro país en la Feria Internacional del Libro de Fráncfort, y se convirtió en el primer venezolano en tener su estand en esta feria. Logró despertar el interés de otros editores sobre las ediciones en nuestro país. En 1966 inicia una investigación sobre los caracteres tipográficos o fuentes de la familia de las letras. Para este trabajo Ernesto Armitano visitó institutos en Norteamérica y Europa. El libro fue diseñado por Cruz Diez: tapa dura, cosido y tripa hueso a tres tintas: una verdadera joya.

Cruz Diez

3. Monte Ávila Editores Latinoamérica es una compañía anónima del Estado venezolano fundada en 1968. Consolidada como una de las editoriales más importantes de habla hispana. En sus cincuenta años posee un catálogo en el cual se privilegia la publicación de distintos géneros literarios y ensayísticos. La proyección internacional de Monte Ávila ha posibilitado el reconocimiento de nuestros autores nacionales. Al conmemorar sus cuarenta años prepararon tres ediciones especiales: 46 cuentos, un país (varios autores); El Techo de la Ballena. Antología 1961-1969; y quizás el libro más reeditado de Monte Ávila Piedra de mar de Francisco Massiani, libro que reeditarán para su cincuentenario. También la editorial se encarga de la edición e impresión de los ganadores del Premio Rómulo Gallegos, entregado por el Celarg, y considerado el más importante de Latinoamérica.

Francisco Massiani

4. Biblioteca Ayacucho es ampliamente reconocida nacional e internacionalmente. Es una editorial del Estado Venezolano fundada en 1974 por Ángel Rama y José Ramón Medina. El diseño de la colección Clásica es de Juan Fresán, diseñador argentino que ya había trabajado para importantes escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Tomás Eloy Martínez, entre otros. Desde el momento de su fundación hasta el presente han publicado 257 títulos en esta colección. En marzo de 2009, la Biblioteca fue merecedora de tres categorías en la quinta edición del Premio Nacional del Libro, incluyendo la de Publicaciones Digitales por la Biblioteca Ayacucho Digital.

5. Ediciones Ekaré es una editorial privada creada en 1978 con el objetivo de hacer libros infantiles y juveniles que proyecten la cultura y los paisajes venezolanos. Se han vinculado con la promoción del libro y la lectura, así como también con las bibliotecas públicas y escolares. Ha obtenido reconocimientos internacionales tanto por su proyecto editorial como por los títulos publicados. Un libro emblemático de Ekaré es La calle es libre (1981), traducido a más de una docena de idiomas y tomado de una experiencia real. Autores como Saki, Rafael Rivero Oramas, Klaas Verplancke, Chris Van Allsburg, entre otros, han sido publicados por esta editorial. Mención aparte hay que hacer de sus ilustradores, traducciones y diseño de sus títulos, los cuales reflejan, en muchos casos, el cuidado y la premisa de pensar en una literatura sobre niños y no para niños.

Saki, Rafael Rivero Oramas, Klaas Verplancke, Chris Van Allsburg

6. Maraven. Filial de Petróleos de Venezuela publicó en 1984 Diseño gráfico en Venezuela, investigación realizada por el escritor y periodista Alfredo Armas Alfonzo. El libro contiene 575 imágenes en las que se muestra la evolución del diseño en nuestro país desde los primeros impresos del siglo XIX hasta el siglo XX en libros, revistas, afiches, emblemas y fotografías. Las muestras de estas imágenes pertenecen a Gerd Leufert (creador del emblema de Monte Ávila Editores Latinoamericana), Waleska Belisario, Álvaro Sotillo, Carlos Cruz Diez, entre otros.

Carlos Cruz Diez

7. Fundación Polar editó en el 2008, Geohistoria de la sensibilidad en Venezuela de Pedro Cunill Grau con diseño de Álvaro Sotillo. Por su impecable y audaz diseño gráfico este libro fue merecedor en 2008 de La Letra de Oro que se otorga al “Libro más bello del mundo”, en Leipzig, Alemania. El autor describe, a partir del paisaje y el exotismo de nuestra naturaleza la primera impresión causada a los conquistadores, y posteriormente, a los viajeros europeos sobre las posibilidades de enriquecerse en muy corto tiempo, lo que devino en una interminable codicia. El libro es un aporte indispensable para la comprensión de nuestra identidad como nación.

Libro más bello del mundo

8. Fundación Editorial El perro y la rana pertenece al sector público y es una de las últimas editoriales fundadas por el Estado venezolano en el 2006. En sus inicios tuvo como premisa la inclusión de autores soslayados por el sector editorial, con tirajes masivos y con la misión de abarcar el territorio nacional. Posee más de quince colecciones que van desde la conservación y difusión de las tradiciones populares al contenido o ensayo político propio de las ciencias sociales, sin olvidar la literatura, fotografía y el testimonio, entre otras materias. Se ha orientado a convertirse en una Editorial Escuela, de allí que en convenio con la UNEARTE promueven un Diplomado en edición, promoción del libro y la lectura. Uno de los libros más representativos de la editorial es Laonemia (2008) de Lorenzo Aquiles Reyes. El diseño conserva el manuscrito del escritor, junto a los recortes de periódicos, dibujos y collage, todo impreso en papel glasé. El libro recoge las tradiciones, religiosidad, los ciclos naturales de las estaciones, en fin, tiene la pretensión de convertirse en la memoria y saber del pueblo, específicamente de la población de Orituco.

9. Libros del Fuego inició su producción en el año 2013. Tres años después, en el 2016, fue seleccionada, entre 800 propuestas, para obtener el II Premio Latinoamericano al Diseño Editorial. Premio que busca reconocer los aportes realizados a la cadena de creación y producción de un libro. El jurado estuvo conformado por destacados diseñadores de Brasil y Chile. El diseñador de esta editorial, Juan Mercerón, define su propuesta gráfica como austero, etéreo y anómalo. Su catálogo incluye narrativa, poesía, ensayo fotolibro y cómic, incluso logró una mención honorífica en la categoría No ficción con el diseño de la obra Con la voz en alto.

10. Letra Muerta es una editorial independiente que tiene como objetivo reeditar autores venezolanos en un formato de libro-objeto. Estas ediciones son limitadas, experimentales y en algunos casos, bilingües. Inició en el sector libro en el año 2014. El nombre del sello “es un término que suele usarse para hacer referencia a un documento que ha perdido su validez legal, o un acuerdo que no ha sido cumplido”. Las publicaciones que integran su catálogo son Es una buena máquina (2014) y Al filo (2015) de Miyó Vestrini; Poemas, de Ida Gramko (2016) y Espacios para decir lo mismo, de Hanni Ossott (2017); Otono (sic) de Luis Moreno Villamediana (2017). Esta combinación de archivos inéditos u olvidados con un diseño dirigido a coleccionistas, pero también lectores de literatura venezolana la convierten en un sello distintivo en sus pocas, pero invaluables contribuciones a la difusión de la literatura venezolana.