María Alejandra Rojas

  • Venezuela , 1980
  • Poeta, narradora, editora, actriz, guionista.
  • Género(s): Ficción

Reseña biográfica

Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Poeta, narradora, editora, actriz y guionista de cine. Recibió el primer lugar del Festival Literario Ucevista en el año 2005, en la mención poesía. Participó en la VI, VII, VIII, IX, X, XI edición del Festival Mundial de Poesía. Es ganadora del primer premio del Concurso Literario Fundarte 2007, mención cuentos, por su libro De volar. Obtuvo el premio en el Certamen de Guion Cinematográfico de la Fundación Villa del Cine en el año 2009 con el guion de ficción (largometraje) Por un gallo.

Resultó ganadora del V Concurso Nacional de Narrativa Salvador Garmendia en 2010, de la Fundación Casa de las Letras Andrés Bello por su libro Todas las noches parece y otros relatos. Ganó una mención especial en el Concurso de Cuentos “Cada loco con su tema”, Ciudad de México, en el año 2012. En 2017 gana el II Premio Municipal de Literatura Bienal Cecilio Acosta con el libro de cuentos A todos los he amado. Ha sido jurado en diversos concursos nacionales.

Ha representado a Venezuela en encuentros internacionales de literatura en países como República Dominicana, Ecuador, Turquía, Grecia, Irán y España, realizando conferencias, ponencias, foros y recitales de poesía, encuentros de narrativa, entre otros.

Obras publicadas

>De volar (cuentos, 2008).

>Todas las noches parece y otros relatos (cuentos, 2011).

>Trema el hilo. Relatos espectrales (cuentos, inédito).

Sinopsis de obras ofertadas

De volar

Obra que contiene veinticinco relatos breves, ambientados en atmósferas oníricas y vibrantes. Los escenarios de estas narraciones se pasean por la recuperación de la infancia, lo femenino desolado y cierta atmósfera expresionista que cobra forma a partir de un lenguaje de adjetivación sobria y precisa. Los cuentos se presentan como cápsulas, pinceladas o ventanas a situaciones aparentemente cotidianas, las cuales muestran –sobre un pacto de ficción sólido– lo extraordinario, mágico o irreverente que hay dentro de ellas: miedos comunes, nostalgias, fobias, pensamientos íntimos. Una mujer que ve un antebrazo volando y sueña con ser su amigo; una anciana de 84 años embarazada “de su marido”; actores que se escapan de la pantalla del televisor; desdoblamientos en la sala de un consultorio; una mujer que trabaja en una funeraria preparando cadáveres; el rompimiento de una relación amorosa y el refugio en los recuerdos de la infancia; una esposa “desastrosa” y dispersa que no termina nada de lo que comienza; un hombre que deja de hablar un día; encuentros en la playa con familiares difuntos; muñecos de plastilina que cobran vida en una fiesta; una mujer y su parte de atrás, es decir un personaje que encarna a su espalda; morir y volver de la muerte para descansar junto a su marido; el primer amor de una joven en una provincia; una mujer en una junta directiva a la que “fantasmalmente” le agarran un seno; la conciencia de una infiel representada por unas mariposas; soñar con un gallo que defeca en todas partes como presagio de una mujer peluquera casada con un ladrón; una cuerda misteriosa que baja del cielo una noche y conduce a un toro directo a la luna; un cocodrilo y su atemorizada presa; el tránsito de una montura de lentes de una noche a una mañana; una pesadilla que asecha; un despechado que se atrinchera con comida; las vidas de unos vecinos en una noche y la llegada de las muchachas del pueblo a la ciudad de Caracas. Todo narrado con y desde una voz panorámica y alucionatoria en textos colmados de imágenes y símbolos.

Todas las noches parece y otros relatos

Libro de veintiún cuentos breves en los que a través de una original construcción lingüística nos adentramos en atmósferas líricas, sensuales, enigmáticas y fluidas, conducidos por una voz propia y singular que incorpora las estrategias de la narrativa moderna en el tratamiento de temáticas diversas. Resaltan construcciones enmarcadas en diversos estratos sociales y un inmejorable manejo de la jerga. Lo fantástico se halla naturalizado, cualquier idea de la imaginación se torna posible: un muerto cuenta cómo falleció; una chica es perseguida por su propia sangre; otra se encandila con unos monos de lomo plateado que observa desde la ventana de un bus; dos enemigos a muerte comparten el mismo nombre; el desdoblamiento de una mujer que come tierra de una planta de su jardín; el señor Drácula que posee el cuerpo dormido de un hombre y ataca a su esposa desde sus pesadillas; una confesión que se teatraliza y poetiza; el encuentro amoroso entre un caballo y un gato; viajes astrales nocturnos en un pueblo junto al mar; el lenguaje pugnando dentro del cuerpo de un hablante; un escritor que se hace parte de sus personajes y queda atrapado sin poder regresar de la ficción que él mismo creó; una mujer que huele un cadáver; el rito de muerte entre la noche, el río y las mujeres; prostitutas y policías en una escena de arresto; el hallazgo de unas tejedoras; el viaje de volver a encarnar; una mujer que espanta en su propia casa; un viaje de retorno que no se puede hacer y una pituitaria que hace de las suyas en un cuerpo enfermo. Los espacios no están establecidos; para definirlos, podríamos hablar de atmósferas sobrenaturales, excéntricas, alucinatorias. Son recurrentes las evocaciones a olores, sabores y sensaciones. Se caracteriza a seres incorpóreos. La destreza de la autora en materia de poesía resulta ser el sello que llevará a los lectores y curiosos de las letras a un profundo disfrute de estos cuentos.

Trema el hilo. Relatos espectrales

En este libro de relatos, perteneciente al género del terror, el lector hallará la mirada escrutadora y testimonial de la autora. Rojas se aproxima a un borde que nos estremece ante el abismo del misterio y el horror. El primer impulso de la autora es recabar y pulir historias y vivencias reales de personas en todo el territorio venezolano, pero luego también es innegable su marca personal con las vívidas y espeluznantes experiencias paranormales que se permean en algunas páginas. Este compendio de treinta y cinco relatos tiene en común un hilo de frío que nos conduce por casas donde habitan fantasmas, empleados públicos suicidas, espectros del subterráneo. Asistimos a cárceles sórdidas, a hospitales antiguos con sus resoplidos de muerte, testigos de homicidios, vemos a madres posesas de una fuerza oscura que las impele a acciones terribles, a sonámbulas que trasgreden la madrugada y sus desventuras, observamos cómo se desvanecen gélidos funcionarios de policía de hace muchos años que deambulan por el edificio Helicoide con sus respectivos tormentos, y quizá seamos víctimas de malévolos seres que nos aprisionan en los hoteles. Podemos incluso dar testimonio de casos de mediumnidad y la neblina que simboliza para todo el que trae de esos viajes una visión oculta para esta dimensión, treman claroscuros en patios de la provincia, voces, animales, sombras y recursos que nos hacen dudar de ciertas horas y de ciertos lugares como seguros. En este libro se hacen presentes raptos de niños, pines de teléfono enviados de ultratumba, desdoblamientos muy poco agradables y cementerios que se mueven de sitio, entre otros escenarios de penumbra y duda que trasciende los límites físicos, las clases sociales y los espacios temporales. Es una invitación precisa a los recovecos del tiempo y de la energía, a experimentos con dislocadas y diferentes lógicas, a dejarnos recorrer por un súbito escalofrío que partirá desde el uso magistral del lenguaje para acceder a la remembranza del “otro” plano, a “eso” que por siempre nos ha acompañado y lo seguirá haciendo.

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